Nunca me hubiera imaginado que pudiera caerme una lágrima por algún político. Pero Labordeta era más que un político, era símbolo de Aragón. Luchador incansable por su tierra. En la que ahora nos sentimos huérfanos de su valía.
Tan importante será que abrió todos los informativos nacionales, páginas web... Personalidades de todo tipo hablaron de él y siempre bien, incluso los que por ideologías chocaban la suya del puño alzado le alababan.
Se han escrito muchas líneas sobre Labordeta en estos dos días pero voy a seleccionar cosetas cercanas a nuestro pueblo.
Así que me quedo con cuando desde la plaza de nuestro Ayuntamiento canfranero allá por el 2004 (creo), Labordeta fué un emocionado pregonero, recordando sus vivencias en Canfranc, en el valle en unos tiempos crudos y difíciles. En aquellos años 70 muchos le observaban ya con admiración pues veían en él la ansiada salida a la represión. Aquel pregón lo terminó cantando a capela la canción de "Aqueras Montañas"
También cuando en el macroconcietro de 1996 por la Reapertura juntó su voz con Jesús Cifuentes (Celtas Cortos) y Jota (Ixo Rai) para culminar la noche ante casi 10.000 personas cantando el HIMNO DE ARAGÓN.
Fueron más actuaciones, las anteriores no las viví, en los posteriores hubo una en el que tomó forma su "socarronería" y en un concierto gratuito en el que tocaban varios grupos y cantautores. Cantó Labordeta y tras pedirle varios bises salió y dijo: "Ya vale, que para lo que habéis pagado..."
En este mimo concierto nos visitó Amaral cuando no era conocido ni en Aragón y Jose Antonio comentó a la gente que aquel grupo llegaría muy lejos.
Y por supuesto me quedo con esto:
La pasada primavera desde el Ayuntamiento Canfranqués se le ofreció poner su nombre a una nueva calle que se va a construir cerca de las escuelas, y su respuesta fué una carta que dice lo siguiente:
Es un honor para mí que uno de los lugares
mas vivídos y queridos de mi vida -sobre todo durante
mi infancia y juventud- decida, su Ayuntamiento
en pleno, dedicar mi nombre a la calle
Nueva de las Escuelas.
Los paisajes de esa localidad me atraviesan
siempre la memoria y, naturalmente, la nostalgia:
Desde la grandeza de la Estacion Internacional,
hasta el Paseo de los Melancólicos o la
Fuente Elvira -2200m- sin olvidar tantos y tantos
paisajes, los camiones suizos que aparcaban delante
de Marraco en plena Guerra Mundial. O las
noches de vigilia en la vieja iglesia mientras
mosén Bernardino nos vigilaba para que no rompiésemos
nada.
Tantas horas, tantos paisajes, tantos amigos
me han asaltado al llegar vuestra carta que solo
la emoción ha sido capaz de retener las lágrimas
de este un tanto viejo ya ciudadano que recorrió
cientos de veces la carreta que unía, y aún une,
el valle del río con el Coll de Ladrones aupado
por encima de Villa Rogelia donde uno, de niño, fue testigo de los muchachos huidos
desde Francia a través del bosque huyendo de la represión de los alemanes.
Podría, en este mediodía de mayo, seguir recordando pasajes, verbenas en el Universo
o en el andén de la Estación, pero prefiero enviaros este mensaje y deciros que ahora,
aunque a veces resido en Villanúa, Canfranc -los Arañones- sigue vivo en toda mi memoria:
Sigo despidiendo el tren de las cuatro con Gonzalo García Badell como jefe de
estación y sigo despidiendo a los trenes franceses hasta última hora. Todo un barullo de
emociones por las que os agradezco
vuestro detalle.
A todo el Ayuntamiento y a
todos los habitantes de esa villa,
mi amistad, mi gratitud y una
buena parte de mi mismo: Salud.
Con mi gratitud y con un
gran abrazo para toda la Corporación
y todo el pueblo me despido
con el cariño y la nostalgia
de viejos y buenos tiempos.
Espero que este verano, si mi
salud mejora, subiré a daros un
abrazo y agradeceros el gesto
personalmente
J.A. Labordeta
Tan importante será que abrió todos los informativos nacionales, páginas web... Personalidades de todo tipo hablaron de él y siempre bien, incluso los que por ideologías chocaban la suya del puño alzado le alababan.
Se han escrito muchas líneas sobre Labordeta en estos dos días pero voy a seleccionar cosetas cercanas a nuestro pueblo.
Así que me quedo con cuando desde la plaza de nuestro Ayuntamiento canfranero allá por el 2004 (creo), Labordeta fué un emocionado pregonero, recordando sus vivencias en Canfranc, en el valle en unos tiempos crudos y difíciles. En aquellos años 70 muchos le observaban ya con admiración pues veían en él la ansiada salida a la represión. Aquel pregón lo terminó cantando a capela la canción de "Aqueras Montañas"
También cuando en el macroconcietro de 1996 por la Reapertura juntó su voz con Jesús Cifuentes (Celtas Cortos) y Jota (Ixo Rai) para culminar la noche ante casi 10.000 personas cantando el HIMNO DE ARAGÓN.
Fueron más actuaciones, las anteriores no las viví, en los posteriores hubo una en el que tomó forma su "socarronería" y en un concierto gratuito en el que tocaban varios grupos y cantautores. Cantó Labordeta y tras pedirle varios bises salió y dijo: "Ya vale, que para lo que habéis pagado..."
En este mimo concierto nos visitó Amaral cuando no era conocido ni en Aragón y Jose Antonio comentó a la gente que aquel grupo llegaría muy lejos.
Y por supuesto me quedo con esto:
La pasada primavera desde el Ayuntamiento Canfranqués se le ofreció poner su nombre a una nueva calle que se va a construir cerca de las escuelas, y su respuesta fué una carta que dice lo siguiente:
Es un honor para mí que uno de los lugares
mas vivídos y queridos de mi vida -sobre todo durante
mi infancia y juventud- decida, su Ayuntamiento
en pleno, dedicar mi nombre a la calle
Nueva de las Escuelas.
Los paisajes de esa localidad me atraviesan
siempre la memoria y, naturalmente, la nostalgia:
Desde la grandeza de la Estacion Internacional,
hasta el Paseo de los Melancólicos o la
Fuente Elvira -2200m- sin olvidar tantos y tantos
paisajes, los camiones suizos que aparcaban delante
de Marraco en plena Guerra Mundial. O las
noches de vigilia en la vieja iglesia mientras
mosén Bernardino nos vigilaba para que no rompiésemos
nada.
Tantas horas, tantos paisajes, tantos amigos
me han asaltado al llegar vuestra carta que solo
la emoción ha sido capaz de retener las lágrimas
de este un tanto viejo ya ciudadano que recorrió
cientos de veces la carreta que unía, y aún une,
el valle del río con el Coll de Ladrones aupado
por encima de Villa Rogelia donde uno, de niño, fue testigo de los muchachos huidos
desde Francia a través del bosque huyendo de la represión de los alemanes.
Podría, en este mediodía de mayo, seguir recordando pasajes, verbenas en el Universo
o en el andén de la Estación, pero prefiero enviaros este mensaje y deciros que ahora,
aunque a veces resido en Villanúa, Canfranc -los Arañones- sigue vivo en toda mi memoria:
Sigo despidiendo el tren de las cuatro con Gonzalo García Badell como jefe de
estación y sigo despidiendo a los trenes franceses hasta última hora. Todo un barullo de
emociones por las que os agradezco
vuestro detalle.
A todo el Ayuntamiento y a
todos los habitantes de esa villa,
mi amistad, mi gratitud y una
buena parte de mi mismo: Salud.
Con mi gratitud y con un
gran abrazo para toda la Corporación
y todo el pueblo me despido
con el cariño y la nostalgia
de viejos y buenos tiempos.
Espero que este verano, si mi
salud mejora, subiré a daros un
abrazo y agradeceros el gesto
personalmente
J.A. Labordeta
Te echaremos de menos. Hoy como humilde despedida nos hemos juntado una treintena de vecinos en la Plaza del Ayuntamiento de Canfranc para unir nuestras voces a la tuya en tu más grande legado: El Canto a la Libertad.
Bajo la bandera aragonesa a media asta a tu salud hemos brindado con un moscatel, y nos congratula que hayas escogido estas montañas para que descansen tus cenizas.
Gracias David por las fotos.
Y como dices en el vídeo, aquí va tu epitafio:
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