La Peña Canfranc 279 también estuvo presente en el primer Encuentro de Peñas del Real Zaragoza de la provincia de Huesca. Fué el pasado sábado 26 de marzo en Castejón de Monegros, Egún y yo nos aventuramos en conocer este pequeña y lejana localidad. Este pueblo de 683 habitantes se ecuentra como su nombre indica en la comarca de los Monegros, y sus habitantes se dedican a la ganadería y agricultura. 
tes también para el Presidente de la Federación Aragonesa de Fútbol, al que se le vió resentido con Jose María Villar. Dió su opinión sobre la posible huelga en el fútbol diciendo que ni estaba de acuerdo en hacerla ni creía que pudiera salir adelante.
Pudímos admirar la preciosa vista que hay desde el castillo desde donde se contempla el pueblo y los campos que le rodean. 
Proseguimos nuestra visita por el pueblo y hasta entramos en la iglesia (si, habéis leido bien, entramos en dos iglesias, más en un día que en todo un año).
Pero se notaba el calor y ya nos fuimos a otro santuario pero de los nuestros. Nos refugiamos tomando unos refrigerios de cebada en uno de los bares, decorado también de motivos zaragocistas, globos y guirnaldas blanquiazules. Allí conocimos al presidente de la Peña de Barbastro, Miguel Ángel, y con él y con los de Sabi estuvimos departiendo.
A las 14.30 estaba prevista la comida y nos presentamos el el Multiusos de Castejón para comer unos entremeses, pasta y estofado de carne, unos helados, café y copichuela. El vino de la comida era al igual que en el almuerzo de Somontano, traido por Miguel Ángel con un bonito detalle, etiquetado para la ocasión.
Unas 260 personas nos congregamos para comer, los canfraneros nos sentamos junto a los de Sabi, los norteños teníamos que estar juntos.
Al finalizar la comida se hizo entrega a las peñas presentes de unos recuerdos de este encuentro. 
Una placa conmemorativa, dos camisetas de la Federación de Peñas, un banderín firmado por varios jugadores de la actual plantilla, un trozo de red autentificado de una de las porterías del estadio de la Cartuja dónde de ganó la Copa del Rey de 2001, y un poster en el que salen todos los jugadores oscenses que han vestido la camiseta blanquilla (son pocos por cierto), en el poster se incluyen todas las peñas de la provincia de Huesca. 
El presidente de la Peña local, Jesús Buil, agradeció la asistencia a todos los peñistas.
También Luis Carlos Cuartero agradeció la organización de actos así de parte del Real Zaragoza.
Muy majo "Charly", al que tendremos en canfranc dentro de poco.
Canario junto a la alcaldesa de Castejón removiendo el bebaje. 
Estuvo muy animado, y los chavales y chavalas del pueblo con muchas ganas de fiesta. Unas chicas muy guapas hay por estos lares. 
Al acabar la sesion de la orquesta, la juventud se divertía con unos juegos tradicionales en la calle. 
(me he encontrado este parecido razonable pero a mí no se me parece a Tarantino en nada más que la tensión que me crea el argentino en la portería y el americano con las tramas de sus pelis)Ya estaba el pescado vendido. Aun así el Zaragoza lo intentó en los minutos finales y Braulio tuvo en sus botas el gol del empate en un tiro que dió en el larguero y botó a centímetros de la línea de gol.
En el Foro Telemark nos tocó ver el partido desde la grada. Estuvimos convenciendo al socio nº 28 de que le comprara los pagarés a Ayala, pero parece que no fructificó. Nos temimos lo peor con la entrada en el campo de Leo Franco... y así fué. Aguirre dijo que no le gustó como jugaros sus chicos... está claro.
Merengue que por cierto llevábamos uno de polizón, con el que estaríamos hasta la entrada del estadio. 
La verdad es que el día nos fué rodado, se hizo hasta corto hasta que empezó el partido. Cogimos una pensión donde pasar la noche y nos instalamos por los alrededores del estadio de Monjuit.
Camino del estadio paramos a esperar a otro canfranero que venía en autobús, sufriendo por no poder expulsar todas las cervezas ingeridas en el largo camino.
Del partido que voy a contar que no sepáis, temor, alegría, preocupación, tensión... 
En un campo que estaba rendido a los zaragocistas, que no paramos de animar ni un minuto, todo explotó con el gol de Galletti camino de los penaltis.
Pitido final, se desborda la locura, abrazos con todo el mundo, haciendo temblar las gradas de un estadio que desde que Rebollo encendió el pebetero 12 años antes no había vivido tal expresión de júbilo.
Mientras en el videomarcador nos aburrían con imágenes de Beckam llorando, los nuestros empezaban la vuelta de honor con la copa en volandas.
Luego nos juntamos con el madridista, que se quitó el sombrero ante nuestro equipo y se unió bufanda al cuello a una fiesta que duró hasta la mañana siguiente. La pensión, al final sólo para dejar las maletas, y para que durmiera un poco el que iba a conducir el camino de vuelta.
